Ofensiva
ORGANIZACIÓN – AUTODEFENSA – SOLIDARIDAD – INTERNACIONALISMO
En el segundo piso se encuentra la Sala-Museo que define una museografía basada en la lucha contra la dictadura de los jóvenes de la generación de los ochenta y los procesos de vinculación y actualización con los últimos acontecimientos de las luchas del pueblo chileno. El estallido social o revuelta popular se venía gestando ya a través de diversos estallidos locales y focalizados que juntaron toda la energía del descontento y la desigualdad, materializado en el salto de los torniquetes que miles de jóvenes dieron el 18 de octubre del 2019 como un detonante para la lucha popular.
La Sala-Museo genera un vínculo necesario para hacer una lectura histórica. En décadas anteriores, cientos de jóvenes de Valparaíso se volcaron a las calles y coparon el Plan de la ciudad al igual que en los cerros, en protestas multitudinarias contra el dictador, jóvenes que tomaron la decisión de combatir con todas las formas de lucha, arriesgando las propias vidas si fuese necesario. Un memorial los recuerda y visibiliza como porteños y porteñas valientes y valerosos, señalando que la democracia no se consiguió sólo con un lápiz y un papel como la historia oficial a pretendido instalar en el discurso de nuestra historia reciente.
Loa jóvenes de lo 80’ somos una generación que al igual que una persona que contempla un puesta de sol, alcanzamos a ver desde lejos como un día, el sol se ocultó llevándose de un solo golpe (de estado) los avances y maduración que los procesos sociales habían alcanzado en Chile.
Crecimos bajo la sombra de la dictadura y perdimos la inocencia viviendo la opresión y la represión que a sangre y fuego anulaba las luchas y demandas por justicia, verdad y equidad.
Acogimos la responsabilidad con que nos confrontó la historia, cual era dar continuidad a la resistencia que consecuentemente ofreció la generación anterior a la nuestra.
Tomamos la ofensiva con toda la vitalidad y convicción que nuestra juventud nos permitía, desde la normalidad de nuestra vidas comunes y corrientes, sin perspectivas ni afanes heroicos, solo desde la naturalidad de comprender que algo que daña debe ser acabado.
La dictadura respondió con una brutal represión que buscaba neutralizar y aniquilar al pueblo en rebeldía. Si la resistencia fue diversa, también lo fue la represión. Las formas más elementales de censura constituían el estadio básico de domino, transitando al asesinato y al desaparecimiento. En esta gradación se sitúan el seguimiento, la infiltración, las detenciones ilegales, la tortura, la relegación, el encarcelamiento, el exilio y la expresión más siniestra: el degollamiento y la quema de personas vivas.
A pesar de la violencia infringida al movimiento popular, la voluntad de continuar la lucha no disminuyó. Si bien la represión del régimen logró golpear con dureza, jamás logró quebrantar la voluntad de recuperar la libertad.