Memorial a las y los Jóvenes de los 80's
Nada ni nadie está olvidado
Carta a Manuel Sepúlveda
Manuel, tengo la necesidad de escribirte, de traer a la memoria aquellos años en que te conocí. Llegaste a la Población flaco, con los ojos encendidos de sueños Revolucionarios, hablándonos del hombre nuevo, de la disciplina a cabros super indisciplinados, de la compartimentación, de la sublevación, de las nuevas formas de lucha para derrotar al tirano.
Recuerdas aquella pequeña pieza la primera vez que nos juntamos, éramos cinco entusiasmos, cinco corazones apretados y tu desplegaste toda tu magia para explicarnos a que nos enfrentábamos desde ese momento, de cómo cambiarían nuestras vidas. Seriamente nos hablabas de métodos conspirativos, de chequeos, contra chequeos, de medios, las formas de enfrentarse al enemigo y tu cuerpo demostraba con movimientos teatrales que causaban risas a esos muchachos que te bautizaron como “tiro loco”.
En aquel año ochenta y seis entrabas por las puertas de nuestras casas, nuestras viejitas te servían un tecito y luego te perdías por las calles de la Bandera a seguir tejiendo la red insurrecta. Nada sabíamos de ti, de donde venias, de tu familia porque nada debíamos conocer. Imagino que te alegraste cuando tus muchachos de la Bandera izaron el estandarte en la antigua plaza del 25 de Sta. Rosa, dando inicio a un nuevo foco de resistencia. Son tantas las acciones que se guardan compartimentadas en la memoria, tantas madrugadas Manuel, tantos amaneceres imaginando encontrarnos al fragor de los combates. Nadie imagino que nos ibas a dejar de la forma en que te fuiste. Que descuido se dejó deslizar, que error se filtró, que delación llego hasta los aparatos de seguridad. Conciencia existía de la probabilidad de caer, pero combatiendo. Para eso siempre se estaba preparado, no dejarse atrapar sin resistir. Demasiados ejemplos teníamos de tantos compañeros, devorados por la garra animal de las fuerzas de seguridad del dictador.
Tu ausencia se hizo presente en la Población, ya no aparecía el desgarbado flaco, el tiro loco no aparecía. Se hablaba de cinco compañeros desaparecidos, cinco frentistas. Hasta que mostraron sus rostros y entre ellos estabas tu. Tu Manuel Jesús Sepúlveda, nuestro Tiro Loco nos sonreía, desde la portada. Te habían atrapado junto a otros hermanos, ocultados, desaparecidos.
Pasaron los años y ya ves las cosas no cambiaron como soñábamos, estamos ahora todos de alguna forma vivos. Ahora cada uno realiza sus vidas, tenemos nuestras familias, trabajamos y a veces nos juntamos para recordar y recordarte.
Nosotros ya sabíamos que habías sido lanzado al mar, la verdad siempre estuvo presente, pero nadie podía demostrarlo. Ahora aparece quien te condujo a ese viaje final, su conciencia al parecer no lo dejo tranquilo y se decidió a hablar. Te envenenaron primero junto a los otros compañeros, desde colina envuelto en sacos y con rieles de acero, los subieron a un helicóptero y los llevaron en su último vuelo hacia el mar, frente a las costas de la V región fueron lanzados, fondeados, ocultándolos, compartiendo el destino de tantos y tantos que no temían luchar.Hermano, te cuento que en uno de los homenajes de recuerdo a la memoria de Uds. conocí las calles de donde venias, desde los cerros de Valparaíso, que eras casado, conocí a tu hijo y en nombre de todos los que combatimos contigo, me cuadre frente a él, con los ojos llenos de lágrimas.
Memoria Viva, memoriaviva.com, Publicado : 11/05/2023 19:29:5